Engañada por su madrastra, Nerea Valdés se casó con Pedro Gálvez, un hombre ciego cuya familia lo maltrataba. Compadecida, Nerea lo ayudó a recuperar la vista y la seguridad. Al sanar, Pedro quiso ser gerente general, pero la influencia de su hermano Salvador lo forzó a ser subgerente, comprendiendo que debía ser paciente para triunfar.

En su vida pasada, el Emperador crió a un hijo adoptivo para consolar a la Emperatriz por la pérdida de su primogénito. Al renacer, antes del día de nombrar al Príncipe Heredero, actuó con rapidez, destituyó al hijo adoptivo, reconoció a su hijo biológico y reprimió a los grupos de la Emperatriz y la Emperatriz Madre, reclamando de una vez todo lo que le debía a su verdadero heredero.

Antes de morir, el abuelo impuso a Estela Silva dos estrictos tabúes funerarios que debían cumplirse sin excepción. Al regresar a la vieja casa de los Silva para preparar el altar, Estela se enfrenta al rechazo y las burlas de sus parientes. Sin embargo, la codicia provocada por una enorme herencia pronto desata una peligrosa lucha entre ambición y conciencia.

Como la Gran Sacerdotisa más joven del País C, dominaba el feng shui y la adivinación. Desde niña, estudió el I Ching y los Ocho Trigramas con la sacerdotisa anterior. A los quince años, asumió el cargo de sacerdotisa y sirvió al País C con devoción total durante una década. Sin embargo, el emperador del País C, receloso de su influencia, la acusó injustamente y la llevó a la muerte. Tras fallecer, renació en el cuerpo de una joven moderna que compartía su nombre y apellido, quien había sido vendida por su familia para un matrimonio de conveniencia como ritual de ""traer buena suerte.

Cecilia Rivera murió en un accidente, pero Xavier Cruz, el último dios en el mundo, la resucitó. Por un accidente, el sello divino de Xavier se transfirió a Cecilia. Según el testamento de su abuelo, Cecilia debía casarse para heredar el Grupo Rivera. Ante sus ambiciosos familiares, Cecilia y Xavier pactaron un acuerdo y se dieron el sí, instantáneamente.

Eugenia Navarro y el CEO Samuel Padilla iniciaron un matrimonio de conveniencia sin amor. Tras solicitar el divorcio, ella reinventó su vida con independencia. Atraído por su fortaleza, Samuel luchó por reconquistarla. Superando sabotajes de su amor platónico Paloma Herrera y reencontrándose con su hermano, finalmente se reconciliaron, uniendo el amor familiar y el éxito profesional.

La Emperatriz Mariana Pérez de La Dragón, astuta y estratégica, en su vida pasada ayudó a su hijastro Óscar Torres a ascender al trono, solo para ser traicionada y asesinada por él el día de la coronación. Al renacer, regresó al día de la adopción de Óscar. Esta vez, rechazó adoptarlo y salvó a su madre biológica, Rosa Sánchez. Óscar intentó adularla, pero Mariana expuso sus maquinaciones, llevándolo a matar a su propia madre. Tras eliminar a Óscar, Mariana adoptó al Séptimo Príncipe Ezequiel Torres y lo coronó.

Hace dieciocho años, la rebelde joven Concepción Cordero se involucró con el pandillero Ricardo Navarro. Su padre, Guillermo Cordero, intentó aconsejarla con buenas palabras.Pero Concepción permaneció impasible mientras los matones le rompían la pierna (a él). Guillermo Cordero quedó profundamente decepcionado. Dieciocho años después, Concepción Cordero, que sobrevivió a un incendio pero quedó desfigurada,se encontró casualmente con Rocco Cordero en la calle. Al ver el lunar en el brazo de Rocco, sospechó que podía ser su hijo biológico. Concepción Cordero decidió quedarse en la familia Cordero para cuidar a su padre. Mientras intentaba guiar a su hijo rebelde por el buen camino, fue expulsada de la familia por la administradora Paula Herrera y su primo Samuel Cordero. Finalmente, después de sufrir muchas dificultades,Concepción Cordero se reconcilió con su hijo y su padre. Obtuvo el perdón de su padre y logró que su hijo se volviera un buen muchacho.

Aurora, la reina de los chivos expiatorios, solo quería escapar de su familia… ¡y acabó casada con el enemigo de sus padres! Como esposa de su rival, no solo se venga, sino que disfruta la vida con estilo y placer.

Marcos, un príncipe de la Dinastía Sur hace mil años, debido a un accidente tras una borrachera, reencarna en el cuerpo de un niño de 6 años de la familia Paredes. Recién llegado a este mundo, no solo debe adaptarse a una vida moderna completamente desconocida, sino también navegar las intrincadas relaciones familiares de los Paredes.Las luchas encubiertas entre tíos, los celos y exclusiones entre primos. Lo arrastran a un remolino invisible de poder. Sin embargo, este otrora príncipe, experto en las intrigas palaciegas, con una sabiduría más allá de su edad, valentía inquebrantable en crisis y un talento excepcional para la poesía y la estrategia, logra resolver una y otra vez los conflictos familiares. Con maestría equilibra las fuerzas en juego, ocultando su brillo tras la máscara de un niño, hasta que no solo consolida su posición en la familia, sino que, con su mente perspicaz y un raro corazón de niño, se gana el favor y el apoyo incondicional de la matriarca Valeria.

Ezequiel León, presidente del Grupo Hernández, siempre protegió a su “hija adoptiva” Rafaela, incluso tras recuperar a su verdadera hija, Estefanía. Pero Rafaela, temiendo perder su posición, planeó matarlo. Al borde de la muerte, Ezequiel juró en otra vida compensar a Estefanía y desenmascarar a Rafaela. Tres años antes, cumple su promesa: nombra a Estefanía heredera y expone los abusos de Rafaela. Sin embargo, su esposa Nuria y la familia apoyan a Rafaela, quien en realidad es hija ilegítima de Nuria. Ezequiel se divorcia; los Hernández caen en ruina por confiar en Rafaela, mientras él rehace su vida feliz con Estefanía y Elisa.

En su vida pasada, Camila Suárez se casó con su primer amor, Leonel Navarro, con el acompañamiento de su mejor amiga, Valeria Reyes. Camila creía tener el amor y la amistad más sinceros. Pero una vez que Leonel se apoderó de los bienes de la familia Suárez, se alió con Valeria para asesinarla junto a su padre, Alonso Suárez. Fue entonces cuando Camila descubrió que, desde el principio, Leonel solo quería su fortuna… y que el hecho de que quedara muda y discapacitada no había sido un accidente. En medio del arrepentimiento y la desesperación, Camila cayó desde un edificio. Sin embargo, al abrir los ojos de nuevo, descubrió que había regresado al momento justo tras su graduación universitaria, cuando ni Leonel ni Valeria sabían aún que ella era la heredera del poderoso clan Suárez. Camila juró vengarse. Fingiendo cercanía con ellos, empezó a mover sus piezas. Durante este proceso, Iván Ríos la ayudó en varias ocasiones, hasta que finalmente logró que Leonel y Valeria recibieran su mer