La diosa celestial Jimena Ye, al ascender al cielo, renace milagrosamente en el cuerpo de su tataranieta Ximena Ye, muerta injustamente a los 18 años. Al regresar a la familia Ye, descubre su decadencia: un linaje débil y su querido Pequeñito, ahora el anciano patriarca, envenenado e indefenso. Decidida a restaurar el esplendor familiar, emprende una misión divina… para purgar su propia sangre

Dolores Ortega, la reencarnación de la Maestra Celestial, regresó tras diez años con su espíritu sellado para vengar a su madre. Su familia, los Ortega, la usó como fachada para congraciarse con los López. Al revelar su vista restaurada y un aura púrpura en un banquete, fue reconocida por Ernesto López como su maestra ancestral. Con la Espada del Cielo en mano, juró hacer pagar a los Ortega su deuda de sangre.

Tras ser abandonada por Darío Cruz y repudiada por su familia, Amparo Peña regresó años después para salvar a su hijo enfermo, solo para encontrar a su hermana Andrea como prometida de un Darío con amnesia. El reencuentro develó la verdad: el hijo que creyó muerto fue robado por Andrea y Gabriel.

Vanesa Aguirre, ancestro del Dao, reencarnó en el cuerpo de una rica heredera que llevaba su nombre tras no sobrevivir a su tribulación. Ante la conspiración asesina de su padre adoptivo y las intrigas de la falsa heredera, respondió con una fuerza arrolladora, dejando al descubierto poco a poco la verdadera naturaleza de la impostora. ¡Renacida en esta vida! ¡Quienes me hagan daño recibirán el doble de lo que me han hecho!

La protagonista, Martina Santana, es una experta en rupturas, pero un día su propio esposo, Enrique Gómez, le hace un extraño pedido. En realidad, es la amante de Enrique quien intenta obligarla a divorciarse. Cuando Martina descubre la verdad, se enfrenta a ella. Tras sufrir la infidelidad de Enrique, la transferencia de su patrimonio, la presión para divorciarse y el secuestro de su hija, finalmente Enrique termina en la cárcel, mientras Martina alcanza un gran éxito en su profesión.

Javier López, chofer de Alba Suárez del Grupo Suárez, fue ascendido a secretario del presidenta tras salvarla y tener un encuentro íntimo en el auto. Se vio envuelto en una disputa con el Grupo Salazar, descubrió un micrófono oculto investigando una filtración y, a pesar del escepticismo, protegió a Alba. Humillado cuando Estrella Zamora lo dejó por el regalo de matrimonio, Alba lo respaldó.

Javier Vargas, el arquitecto del Avión de Séptima Generación, regresó a su ciudad natal para enseñar. En el tren, Cecilia López lo acusó falsamente de fotografiarla para ganar popularidad. En la universidad, ella falsificó pruebas, contrató matones e incitó a alumnos y profesores a acosarlo. Javier, hasta el límite, lanzó un contraataque demoledor haciéndola pagar un alto precio por sus acciones.

Al renacer el día de su boda, Camila Soto miró el ramo de plástico que Celia Suárez le ofrecía y sonrió. En su vida pasada, esa hija de la empleada doméstica le había arrebatado el ramo de jade, a su prometido, a su hermano y, finalmente, su vida. Pero en esta ocasión, apretando la herencia de su abuelo, declaró con una mirada helada: "Mi ramo es una reliquia nacional."

La familia Gálvez, en la Ciudad Río, está siendo atacada por los asesinos del Pabellón de Lluvia, que buscan apoderarse de un objeto muy valioso: el Rey del Ginseng de diez mil años, capaz de invocar al Dios de la Guerra. Para protegerlos, el padre de Claudia Gálvez invita a César Serrano, quien en realidad es ese Dios de la Guerra invencible. Cuando los asesinos llegan, César cumple su promesa y los enfrenta, derrotándolos sin esfuerzo.

La serpiente blanca milenaria, Vanesa Aguirre, protegió a la familia López en forma infantil. Don López en su lecho de muerte rogó que la trataran bien, pero en el funeral la humillaron. Al recuperar su verdadera forma, la desgracia cayó sobre la familia López, sumiéndolos en un arrepentimiento inútil.

La agente Rosa Jiménez murió en una misión encubierta. Al despertar, era la hija perdida de los Sanz, maltratada por todos. Como en vida investigaba a Sanz Media, no dudó en hacerles pagar. Su investigación reveló que su propia muerte era sospechosa, y su antiguo amor, Martín Torres, reapareció.

En la boda de Pablo Silva y Lucía Aguilar, la joven fue humillada por Verónica Ortega, la mejor amiga del novio, quien alegaba estar "cumpliendo con las tradiciones nupciales". Sorprendentemente, Pablo permitió el desplante. Indignada, Lucía no se contuvo: lanzó botellas, propinó bofetadas y, en medio del escándalo, canceló el matrimonio de inmediato. Poco después, Dolores Aguilar, la madre de Lucía y la mujer más rica del país, irrumpió con un dote millonario y un grupo de guardaespaldas, respaldando con autoridad a su hija y poniendo fin a la humillación.