David Fernández, un discípulo del Monte Jade, es un genio del cultivo. Después de veinte años de entrenamiento, alcanza el Reino Celestial. Su maestro, Alonso García, ya no tiene nada más que enseñarle, así que lo engaña diciéndole que no tiene raíces espirituales y que su progreso es nulo, expulsándolo de la montaña. Al bajar, David se encuentra con el líder del Clan Fernández, Alejandro Fernández, quien ha sido emboscado y tiene una barra de acero atravesando su cabeza. Su vida pende de un hilo y ni siquiera los tres médicos más hábiles pueden salvarlo. Su hija, Luisa Fernández, está desesperada.