En el día en que Sol Ruan se convirtió en empleada fija, fue despedida. En ese momento inesperado, conoció a Juan Cheng, y así comenzó una nueva trayectoria en su vida. En el entorno laboral, sus sentimientos florecieron hasta que decidieron estar juntos. Frente a la apariencia perfecta de Juan, quien temía al amor y no sabía expresarlo, Sol utilizó su paciencia, ternura, tolerancia y optimismo para curar su fragilidad, abriendo gradualmente las puertas de su corazón cerrado.