Ana, para dejar de ser presionada por sus padres para casarse,
se casó rápidamente con un hombre tacaño, Luis.
Necesitaba una persona que se encargara de las tareas del hogar, además, Luis era guapo, así que no le pareció una mala idea
para estar con él. Lo que sorprendió aún más a Ana fue descubrir que
su esposo resultó ser un millonario.