La directora del Grupo Salazar, Mariana Salazar de 40 años, y su hija biológica Macarena Lozano de 18, intercambiaron memorias tras un accidente de caída. Al despertar en el cuerpo de su hija, Mariana Salazar descubrió con horror que había sido engañada por su hija adoptiva Aitana Lozano, quien no solo había falsamente acusado en múltiples ocasiones a Macarena Lozano de robar vestidos, destruir tesis académicas y plagiar logros académicos, sino que también había conspirado con la niñera, el chófer y otro personal doméstico para acosar persistentemente a Macarena Lozano. Lo más impactante fue descubrir que Aitana Lozano era en realidad la hija ilegítima del esposo de Mariana Salazar, y que había maquinado meticulosamente con el objetivo de usurpar el derecho de sucesión de los Lozanos.