Carlos Díaz fue
un gran benefactor del país. Con patentes científicas mundiales y una inmensa
fortuna, ocultó su identidad viviendo discretamente en el campo con su esposa
Lucía Cruz. Para ayudar económicamente, Lucía se inscribió a
escondidas en el famoso programa ""El secreto de mi cariño"". En
transmisión nacional en vivo, el programa reveló paso a paso la
verdadera identidad de Carlos. Finalmente, ante todo el país, la pareja se
reunió en un feliz abrazo.