Al despertar, Nerea Díaz descubrió que era un personaje secundario en una novela. Embarazada del hombre más rico, Roberto Jiménez, pero persiguiendo a un don nadie. Al ver los abdominales de su marido y las tarjetas negras de sus suegros, reaccionó: "¡Esta fortuna es mía!".Dejó al patán, reconquistó a Roberto y limpió su vida. Al descubrir la verdad del embarazo, su amor por fin fue correspondido. Ahora, con su heredero, reina en la alta sociedad, ¡rica y triunfadora!