Marta Paredes, tras reencarnar en una joven de alta sociedad, decidió tomar las riendas de su destino. Ignoró a su ex Lorenzo Delgado y se enfocó en su matrimonio de conveniencia con Tomás Vázquez, un magnate frío pero gradualmente cautivado por su autenticidad. Él la protegió en secreto mientras ella enfrentaba a su hermanastra y a su ex. Al descubrir que calmaba su insomnio, Tomás rompió el contrato declarando su amor eterno.